Inicio » Actualidad » El mundo de las actualizaciones y el «legacy»

Cuando alguien tiene la necesidad de realizar un proyecto, normalmente los proyectos nacen como respuestas a necesidad o formas de resolver problemas que necesitan una solución. Por norma general cuando se crean esos proyectos, es posible que se utilicen un conjunto de herramientas para formar una solución que cubra esa necesidad.

Con el tiempo, esas herramientas continuan evolucionando y tu solución se alimenta de esas herramientas de una forma concreta. Todo va muy bien, pero la herramienta hay un momento que evoluciona a un punto en el cual, responde a esas necesidades de una forma diferente… y es posible que incompatible. No quiere decir que sea una mala prática de dicha herramienta, si no, que más bien esa herramienta también necesita evolucionar y adaptarse.

Por norma general esto se da mucho en el mundo de los paquetes de gestión de contenidos web. Se construyen soluciones, que tienen una plantilla de diseño, que tiene un conjunto de funciones extra, etc. En el momento de hacerlo todo funciona genial, pero tanto el gestor de contenidos como esas herramientas necesitan evolucionar y seguir mejorando y muchas veces es necesario «rehacer» partes de esas herramientas para que funcionen mejor y poder plantear cosas mejores en un futuro. Cuando se «rehacen» algunas cosas, es cuando igual las herramientas que usabas o la necesidad que querías cubrir de pronto ya no es cubierta o deja de funcionar.

Es muy importante asumir que esto va a pasar… entonces ¿cual es la solución? ¿renunciar a actualizar?. Pues obviamente renunciar a las actualizaciones, la respuesta es un rotundo no. La forma es buscar la solución que te permita tomar las acciones adecuadas que permitan minimizar este impacto, pudiendo garantizar a lo largo de esta evolución, que todo siga funcionando. Por eso es tan importante una solución que utilice herramientas que sean respetuosas en sus actualizaciones y te garanticen poder ir realizando cambios en tu sistema de forma progresiva, pero segura, para no perder funciones o que estas dejen de funcionar.

Ojo, también es posible mantener versiones antiguas. El problema ¿cual es?, que para soluciones antiguas ya no se hacen soluciones nuevas. Cuando eso ocurre y se quiere añadir una nueva característica a un sistema… pues descubres que igual algo que podría ser relativamente barato, es muy caro, por que tienes que garantizar la interoperabilidad con un sistema antiguo. Cosas que ocurren por ejemplo en los sistemas de información de los bancos, los cuales son extremádamente caros, por que en sus sistemas más internos funcionan con software realmente antiguo, para el cual, cada vez que añaden una nueva solución, tienen que construir un montón de puentes que permitan hacer funcionar esos engranajes tan antiguos.

Desde luego es mucho más barato ir llevando las cosas actualizadas con el tiempo y al día, que de pronto enfrentarse a un serio problema de incompatibilidad a la larga que ocasione gastos que no tendrían por que ser necesarios.

Cuando alguien tiene la necesidad de realizar un proyecto, normalmente los proyectos nacen como respuestas a necesidad o formas de resolver problemas que necesitan una solución. Por norma general cuando se crean esos proyectos, es posible que se utilicen un conjunto de herramientas para formar una solución que cubra esa necesidad.

Con el tiempo, esas herramientas continuan evolucionando y tu solución se alimenta de esas herramientas de una forma concreta. Todo va muy bien, pero la herramienta hay un momento que evoluciona a un punto en el cual, responde a esas necesidades de una forma diferente… y es posible que incompatible. No quiere decir que sea una mala prática de dicha herramienta, si no, que más bien esa herramienta también necesita evolucionar y adaptarse.

Por norma general esto se da mucho en el mundo de los paquetes de gestión de contenidos web. Se construyen soluciones, que tienen una plantilla de diseño, que tiene un conjunto de funciones extra, etc. En el momento de hacerlo todo funciona genial, pero tanto el gestor de contenidos como esas herramientas necesitan evolucionar y seguir mejorando y muchas veces es necesario «rehacer» partes de esas herramientas para que funcionen mejor y poder plantear cosas mejores en un futuro. Cuando se «rehacen» algunas cosas, es cuando igual las herramientas que usabas o la necesidad que querías cubrir de pronto ya no es cubierta o deja de funcionar.

Es muy importante asumir que esto va a pasar… entonces ¿cual es la solución? ¿renunciar a actualizar?. Pues obviamente renunciar a las actualizaciones, la respuesta es un rotundo no. La forma es buscar la solución que te permita tomar las acciones adecuadas que permitan minimizar este impacto, pudiendo garantizar a lo largo de esta evolución, que todo siga funcionando. Por eso es tan importante una solución que utilice herramientas que sean respetuosas en sus actualizaciones y te garanticen poder ir realizando cambios en tu sistema de forma progresiva, pero segura, para no perder funciones o que estas dejen de funcionar.

Ojo, también es posible mantener versiones antiguas. El problema ¿cual es?, que para soluciones antiguas ya no se hacen soluciones nuevas. Cuando eso ocurre y se quiere añadir una nueva característica a un sistema… pues descubres que igual algo que podría ser relativamente barato, es muy caro, por que tienes que garantizar la interoperabilidad con un sistema antiguo. Cosas que ocurren por ejemplo en los sistemas de información de los bancos, los cuales son extremádamente caros, por que en sus sistemas más internos funcionan con software realmente antiguo, para el cual, cada vez que añaden una nueva solución, tienen que construir un montón de puentes que permitan hacer funcionar esos engranajes tan antiguos.

Desde luego es mucho más barato ir llevando las cosas actualizadas con el tiempo y al día, que de pronto enfrentarse a un serio problema de incompatibilidad a la larga que ocasione gastos que no tendrían por que ser necesarios.