Las redes sociales se llevan convirtiendo desde hace ya casi 10 años en un escenario muy importante para la comunicación en internet. Inicialmente muy orientado a que un grupo de personas tuviese una vía donde comunicarse y compartir contenido de internet. Más adelante para hablar sobre lo que compartían, para agruparse, para quedar para tomar algo, etc.

Unos años más tarde los agentes de marketing de las empresas vieron una oportunidad, sintieron que ahí deberían de estar, estar presente en esos espacios que con tanto éxisto estaba usando todo el mundo para comunicarse. Aparecieron las páginas de empresa dentro de las redes sociales, la gente podía darle al botón de «Me gusta» y eso lo veia el resto de contactos de esa persona. Por tanto la imagen de esa empresa se repartía por un montón de potenciales clientes. Incluso en Twitter aparecieron los perfiles verificados, esos que confirman que ese twitter en efecto es el twitter oficial para determinada empresa o determinado personaje o famoso.

Ahora bien, ¿quien lleva todo esto? las empresas suelen tener un equipo de social media. Este equipo junto con el equipo de marketing es el encargado de estudiar cuidadosamente como se comunican con la gente, de decidir cada uno de los tweets o tratar de prestar atención al usuario estableciendo una línea de comunicación más directa e inmediata que un email (que en algunos casos podría ser contestado muy tarde o nunca).

En el caso de las grandes personalidades, supongamos Barack Obama también hay un completo equipo de comunicadores encargados de gestionar su cuenta de twitter. Se sabe que algún tweet aislado es directamente del señor presidente en persona, pero la gran mayoría de tweets es su equipo de 10 personas. Siendo del presidente de Estados Unidos se puede suponer que algo así ya era de esperar, pero los políticos españoles desde hace unos pocos años también hacen lo mismo, así como los líderes de muchas otras naciones.

Lo que hace este equipo de social medio es transformar a la persona en una marca, ¿como se hace?, se diseñan y se plantean unos valores éticos, se adapta la personalidad del famoso o entidad a una imagen lo más comercial posible y en base a eso se establecen los criterios para decidir que publicar, a que contestar o como interactuar con el resto de usuarios de las redes sociales con el objetivo de potenciar la imagen de dicha persona como una marca.